Una correcta iluminación puede evitarnos el daño de colisiones.
El vehículo cuenta con diferentes tipos de lámparas: delanteras, giro, freno y traseras.
De ellas, las más peligrosas en ruta son las lámparas del stop trasero, o lámparas de freno, las cuales hemos de vigilar con especial cuidado, ya que en caso de un frenazo más o menos brusco, si ninguna de nuestras lámparas de stop se ilumina, puede este hecho restar importantes segundos a un automóvil que nos siga y hacer más lenta la reacción de su conductor para permitirle frenar.